Tras un invierno ocioso, tres inquietos vikingos deciden desempolvar sus máquinas rodadoras y explorar uno de los puntos singulares de los territorios aledaños al río Manzanares: La Marañosa.
Las briosas bicicletas no dejaban de rugir bajo los nidos de las cigüeñas que se extienden a lo largo de las vías del Metro de Rivas-Vaciamadrid. Punto de encuentro e inicio de la ruta. Los tres intrépidos guerreros se han unido para buscar los búnkeres y galerías de defensa excavadas por sus antepasados en las laderas de La Marañosa. Saben que, después de muchos años, fueron utilizadas en la Guerra Civil y que este promontorio fue, y sigue siendo, un punto estratégico militar.
Con el poderoso pedaleo que les caracteriza, cruzan bajo la A-3 y se introducen por un camino que les hace pasar por la Escuela Nacional de Protección Civil. Un pequeño puente es testigo del paso sobre los últimos metros de las aguas del río Manzanares. Deciden bordear La Marañosa por el lado derecho de su cara norte hasta llegar al carril-bici de la M-301. Un terrible pedaleo les sitúa en la Glorieta de Górquez de Abajo para girar a la izquierda y seguir bordeando La Marañosa por su cara este, paralelos a la Acequia Real del Jarama.
A partir de aquí, sus miradas se clavan en las laderas rocosas de su izquierda hasta que localizan algunas entradas a las galerías de los búnqueres olvidados con el paso de los años. El arrojo de estos incansables exploradores vikingos les hace bajarse de sus monturas y emprender campo a través hasta los límites de la montaña. Con las máquinas rodadoras a la sombra, revisan la ladera introduciéndose en algunas galerías y llegando hasta el respiradero de uno de los búnker. Para testimoniar el territorio explorado, nos han dejado unas fotografías de recuerdo, no pudiendo ver otras antiguas instalaciones militares al encontrarse valladas.
Respiradero de un búnker |
Una vez revisado el terreno, y no habiendo localizado otras derruidas instalaciones militares, prosiguen bordeando La Marañosa hasta pasar junto a la Presa del Rey y llegar al punto más curioso y poco conocido de la zona: la desembocadura del río Manzanares en las aguas del río Jarama.
Desembocadura del Río Manzanares en el Río Jarama |
Como la mañana no les ha deparado grandes esfuerzos, y dado que esta tribu vikinga está curtida en grandes batallas, deciden finalizar la vuelta a La Marañosa y adentrarse por su interior para atravesarla por el Camino de la Casa de Eulogio y llegar a su mayor cota geodésica, desde donde otean un precioso paisaje de la vega del río Jarama.
Cota geodésica de la Marañosa |
Un continuo sube-baja les calienta las piernas y les devuelve al principio del camino sobre el pequeño puente del río Manzanares, y desde ahí, hasta el estacionamiento del Metro de Rivas-Vaciamadrid, donde las sorprendidas cigüeñas se inquietan al verles finalizar la ruta de hoy.
Y como siempre, haya cuestas o falsos llanos, estos guerreros solo saben acabar sus rutas en compañía de unas frescas y espumosas rubias, presagio de próximas expediciones.
EL CUADERNO DEL VIKINGO:
Total kilómetros: 47,10 Km
Tiempo total invertido: 3 h 35' 38''
Tiempo en movimiento: 2 h 53' 09''
Tiempo detenido: 42' 29''
Desnivel acumulado descendiendo: 450 m
DESCÁRGATE EL TRAK
DE LOS VIKINGOS
Velocidad media en movimiento: 16,30 km/h
Velocidad máxima: 42 km/h
Altitud mínima: 397 m.
Altitud mínima: 397 m.
Altitud máxima: 651 m.
Desnivel acumulado ascendiendo: 604 m.
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