jueves, 20 de marzo de 2014

"TERRITORIO CAMUÑAS": De Humanes a Batres

En el día que el invierno deja paso a la primavera, los guerreros vikingos deciden concentrarse en la localidad madrileña de Humanes de Madrid para dejar su huella por los territorios que llegan hasta el Monte de Batres, junto al Río Guadarrama. Ocho son los elegidos para esta contienda: Camuñas, Richi, Paco, Gerar, Daza, Casillas, Palomares y Rossi.


Humanes de Madrid

Para la incursión por los distintos pueblos de la zona cuentan con el asesoramiento de uno de sus vikingos. Hoy están en ... "TERRITORIO CAMUÑAS".... Como las supersticiones no les afectan, a las 10:13 horas inician la marcha desde la Avenida del Mediterráneo, con el cielo de un azul intenso y una temperatura que invita a subirse en las bicicletas y vaticina que pasarán calor. Por eso, las indumentarias vikingas empiezan a dejarse ver.

Salen del pueblo con su enérgico pedaleo y atraviesan por un puente la M-407 para dirigirse a su primer objetivo: Moraleja de Enmedio. Por su travesía llegan hasta unas instalaciones deportivas dejando a su izquierda el Parque 1º de Mayo. Sin percibir peligro alguno se van dirigiendo hasta la AP-41 y la R-5, cruzándolas por sendos puentes. Los terrenos áridos se van acabando y una rápida bajada les sitúa junto al Arroyo de la Arroyada, el cual tienen que vadear. 

Junto al arroyo, y por un tránquilo y frondoso camino, el grupo vikingo observa como los lugareños, corredores y ciclistas les van dejando paso hasta su llegada al siguiente objetivo: Arroyomolinos. Hasta ahora no han tenido que enfrentarse contra las adversidades del terreno, pero en este pueblo les espera una sorpresa. Cruzan el arroyo por un pequeño puente y una sinuosa pasarela de madera les sube hasta las calles del pueblo. Es entonces cuando deben de responder a la primera dificultad técnica: una larga escalera descendente les hace mostrar su equilibrio y su desprecio al peligro hasta que se agrupan junto al Arroyo de la Arroyada.


Arroyomolinos
La última defensa que este pueblo ofrece es una divertida trialera que les lleva hasta la desembocadura del arroyo en el Río Guadarrama. Pero antes, tienen que volver a vadearlo siendo su caudal algo mas generoso.

Arroyo de la Arroyada

Llega la hora de empezar a trabajar; con los pies mojados, las fuerzas intactas y el ánimo por las nubes, el compacto grupo de valientes vikingos se enfrenta a las primeras cuestas. Primero ascienden hasta el puente sobre la R-5, y desde ahí, una constante subida les acerca hasta la Urbanización de Cotorredondo. Un pequeño encinar les regala un entramado de sendas para salir junto a la entrada de la Urbanización Monte de Batres.

Antes de empezar a descender por el monte son atacados por las inclemencias del terreno en forma de avería mecánica. La cadena de Paco se rompe. Pero este simple percance es subsanado con la habilidad y pericia de dos grandes mecánicos, Paco y Richi, y con el inestimable aliento del resto de los vikingos.




El homogéneo grupo de guerreros del pedal comienza a bajar por el Monte de Batres, dejando la urbanización a su derecha y adentrándose en una larga, estrecha y rápida trialera. El incesante sube-baja, las largas bajadas con constantes curvas del Barranco del Pastor, les llevan hasta las inmediaciones del Río Guadarrma. Ahora toca disfrutar del paisaje del entorno del río hasta que llegan a la M-404 (carretera que enlaza El Álamo con Batres). Pasando por debajo del puente realizan su primera parada para comer y prepararse para el resto de la ruta.






Tras el merecido descanso, reanudan la marcha y sin darles tiempo a calentar tienen que enfrentarse al siguiente obstáculo: han de vadear el Arroyo del Sotillo.

Arroyo del Sotillo

Sin percance alguno comienza una constante subida que provoca el estiramiento del grupo. Poco a poco se acercan hasta la entrada al pueblo de Batres ante el asombro de un grupo de jubilados senderistas. Cogen el camino de su derecha dejando atrás el Castillo de Batres. Otro intento de oposición por parte de unas "aguas negras" no les impide continuar su marcha hasta una pequeña urbanización, Canto Blanco. Al atravesarla se introducen por un camino que les lleva hasta la zona de Las Cárcavas de los Corrales. Grandes taludes les acompañan por la derecha derecha hasta que se van aproximando hacia el Rio Guadarrama. Para bajar el talud deciden hacerlo por donde un ciclista "normal" no lo haría, pero esta estirpe guerrera no teme el peligro y optan por dejarse caer entre los arboles en un alarde de valentía y temeridad.







El grupo vikingo vuelve a estar junto al Río Guadarrama y reanudan la marcha subiendo junto al Arroyo de San Blas y del Carcavón, camuflados entre una arboleda. Parte de ella ha debido de ser pasto de las llamas, ¡qué pena!. En la arboleda tienen que vadear el Arroyo de Conmaleche que va a desembocar en el anterior arroyo y que atraviesa el camino. Pero en una muestra de destreza y equilibrio lo superan cruzando por unos tablones.

Superados todos los obstáculo el pelotón vikingo sale de la arboleda y entra en zona de secarrales. Un último escoyo deben de superar. Al llegar al camino rural junto a la AP-41 tienen que sortear todos los toboganes que se van encontrando en ese margen, y en el contrario, llegando así hasta el siguiente objetivo: Serranillos del Valle.

Bordean el pueblo por su margen izquierdo y continúan su camino junto a la AP-41. Un último obstáculo les está esperando en forma de cilindro y por donde deben de adentrarse para pasar bajo la M-410. Llegan así al puente de la M-407 y por el mismo camino que utilizaron en la ida, regresan sin incidentes hasta su lugar de inicio, Humanes de Madrid.




Los vikingos han cubierto una distancia de 47 km por unos variados y divertidos caminos. A su llegada, como siempre, unas "rubias" les esperan.




Las nuevas tecnologías vikingas nos regalan  una FOTO-VIDEO





Y para finalizar, algunos decidieron rematar la faena degustando los manjares de la zona. Llega la primavera y la próxima salida está al caer, ¡¡¡No te la pierdas!!!




EL CUADERNO DEL VIKINGO: 

Total kilómetros: 47,400
Tiempo total invertido: 3 h 49' 42''
Tiempo en movimiento: 2 h 56' 50''
Tiempo detenido: 52' 52''
Velocidad media en movimiento: 16 km/h
Desnivel acumulado ascendiendo: 803 m.
Desnivel acumulado descendiendo: 795 m.
Altitud máxima: 705 m.
Altitud mínima: 540 m.



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DE LOS VIKINGOS


PERFIL DE LA RUTA:




EL PLANO DE LA BATALLA



by Gerar

miércoles, 5 de marzo de 2014

LA TRAMPA DE NAVALCARNERO

Muy seguro se sentía este reducido grupo de vikingos cuando en una mañana fresca y soleada se reunieron en Navalcarnero para recorrer la ruta que el 16 de marzo tendrán que realizar al haberse apuntado a la Marcha de Navalcarnero al Límite, de 75 km. La intención era conocer mejor el terreno para el día de la prueba ir más seguros. ¡Ingenuos!.



Se reúnen en la Avd. de Asturias Paco, Camuñas, Gerar, Casillas, Rubén, Héctor y un invitado, Raúl. Más adelante se les unirá Juan Carlos. El recorrido previsto está perfectamente estructurado en tres cuadrículas independientes, finalizando todas ellas en el punto de inicio. Deciden iniciar la marcha por el recorrido situado entre el lado izquierdo de la M-507 y la Urbanización Calypo-Fado.




Confiados en sus posibilidades arrancan los vikingos aunque pronto se dan cuenta que la batalla de hoy va a estar llena de sorpresas. La primera, las subidas comienzan muy pronto y se van repitiendo constantemente durante todo el trayecto; no son largas, pero si constantes. Y la segunda sorpresa, ¡el viento!. Si incómodo era cuando les daba de frente, peor se ponía el pedaleo cuando el golpe era lateral. No faltaron los charcos-piscina para alegrar la marcha, aunque la gran parte de todo los caminos estaban secos.




Navalcarnero es una trampa. Quizás fue la errónea regulación de las fuerzas o la variación del sentido de la ruta que modificó Gerar por una mala interpretación del GPS, aunque eso les hizo reducir el recorrido; el caso es que finalizaron esta primera parte de la ruta en el punto de inicio, empezando a notar el esfuerzo.

Con la incorporación de Juan Carlos arranca el grupo para acometer el siguiente recorrido, situado en la cuadrícula comprendida entre la M-507, Villanueva de Perales y Sevilla la Nueva. Si esperaban tranquilidad, se equivocaban. Si pensaron que el viento les iba a dejar tranquilos, se equivocaban, y si creyeron que el "sube y baja" había desaparecido, se equivocaban de nuevo. Más de los mismo por buenos caminos en donde se intuía la gran existencia de barros existentes hasta hace pocos días, pero que ahora muy seco les comprometía las pedaladas haciendo algo inestable el rodar de sus bicicletas.




Varias veces tienen que reagruparse tras algunos intensos enfrentamientos con los constantes desniveles que les merman las fuerzas. Una gran zona embarrada junto a una finca les hace desmontar,ero consiguen continuar la marcha con sentido a Sevilla la Nueva. Otra sorpresa les espera antes de llegar a Navalcarnero: el camino se convierte en río. No era un charco-piscina, era una auténtica corriente de agua procedente de la ladera de los árboles que ocupaba todo el camino y que con fuerza discurría durante muchos metros hasta perderse por una acequia. 

El grupo vikingos de la etnia de los ArganBoys deciden transformar sus máquinas rodadoras en embarcaciones individuales y se introducen "río arriba". Mientras tanto, los vikingos más prudentes, Paco, Camuñas y Gerar, bicicletas al hombro, saltan la acequia y salvan el "río" andando por los campos adyacentes. Cerca de Navalcarnero, y en lo alto del camino vuelven los vikingos a reunirse junto a una cruz.




La llegada al punto de inicio en Navalcarnero no ofrece más sorpresas, pero esta batalla deja heridos a tres vikingos, Paco, Camuñas y Gerar, debiendo dar por finalizada la ruta y regresar a los coches para consolarse con las frías rubias y el chorizo reparador.




Pero esa valerosa etnia vikinga de los ArganBoys (Casillas, Rubén, Héctor, Juan Carlos y el invitado Raúl) deciden continuar y acometer el tercer recorrido ubicado en la cuadrícula entre la A-5 y la localidad de El Álamo. Según contaron, continuaron las subidas y bajadas, aunque menos pronunciadas que las anteriores con una larga y constante subida de regreso a Navalcarnero, consiguiendo llegar al final y cubriendo el objetivo inicial: realizar el trazado largo de Navalcarnero al Límite.


Pza de Navalcarnero

Y como manda la tradición vikinga, a la llegada les esperaban las inseparables "rubias".






EL CUADERNO DEL VIKINGO: (recorrido corto)

Total kilómetros: 43,700
Tiempo total invertido: 3 h 54' 31''
Tiempo en movimiento: 3 h 11' 07''
Tiempo detenido: 43' 24''
Velocidad media en movimiento: 14 km/h
Desnivel acumulado ascendiendo: 924 m.
Desnivel acumulado descendiendo: 941 m.
Altitud máxima: 681 m.
Altitud mínima: 574 m.



DESCÁRGATE EL TRAK
DE LOS VIKINGOS



PERFIL DE LA RUTA CORTA:





EL PLANO DE LA BATALLA CORTA




RUTA DE LOS ARGANBOYS




by Gerar