viernes, 4 de enero de 2019

LOS CALAMARES VIKINGOS

Para un vikingo, la mejor forma de empezar un año es hacerlo sobre la bicicleta. Una buena táctica para desprenderse de esos inseparables kilos que se acumulan durante las navidades.

Después de un largo periodo de inactividad, seis aguerridos vikingos desempolvan sus máquinas rodadoras y, desafiando al frío y las heladas, se juntan en la Casa de Campo para recorrer parte de uno de los territorios más bonitos existentes.

No pretenden entrar en refriegas, tan solo rodar con calma y calentar las piernas para el objetivo final de la ruta de hoy: degustar un formidable bocata de calamares en la Plaza Mayor.



La Casa de Campo está congelada, las praderas verdes están cubiertas por una fina película blanca, los chacos congelados, la hierba cruje y la tierra helada. Pero estas condiciones no merman las ganas de disfrutar de los caminos, los senderos y alguna que otra trialera. 

Con temperatura rondando los cero grados se introducen por recónditos parajes entre frondosos bosques, estrechos y sinuosos senderos y anchas pistas que les devuelve hasta el Lago.

Las tribus vikingas son enemigos a batir rueden por donde rueden. Siempre están alerta ante cualquier imprevisto. Pero la trampas aparecen en el momento más inesperado. Una pequeña caída en un estrecho y arbolado sendero hace que uno de estos valientes guerreros sienta la frialdad de la tierra. Con todo el arrojo y pundonor de un gran luchador, el guerrero Carmona se sobrepone y se sube en su máquina para culminar el objetivo del día aún teniendo su cuerpo dolorido.

La horda vikinga sale de la Casa de Campo y por Madrid Río llegan a la Cuesta de la Vega para rodar por la calle Mayor ante la atónita mirada de los turistas. La Plaza Mayor está abarrotada de gente, los puestos navideños empiezan a ser desmontados. Al paso de los caminantes llegan hasta su objetivo. 

El premio es uno de los mejores ejemplares de bocata de calamares que se comen en esta zona, acompañado, como siempre, por una muy fría rubia enlatada.










Antes de regresar y culminar la ruta de hoy, unas fotos de rigor en la Plaza Mayor para recordar los últimos detalles navideños. 






Dejando atrás la Plaza Mayor, una tránquila bajada les devuelve a la Casa de Campo, en donde dan por finalizada esta primera incursión en el mundo del pedal, con el aliciente de recuperar a una vieja gloria del ejército vikingo, el tío Rivas; que, aunque metido en años, aún es válido para algunas batallas.

Fin de ruta. Esperemos que los clanes vikingos se animen y se vayan incorporando en las próximas batallas, que seguro las habrá. 

FELIZ AÑO



EL CUADERNO DEL VIKINGO:

Total kilómetros: 24,80 Km
Tiempo total invertido: 2 h 47' 23''
Tiempo en movimiento: 1 h 53' 11''
Tiempo detenido:  54' 12''
Velocidad media en movimiento: 13,10 km/h
Velocidad máxima: 39 km/h
Altitud mínima: 436 m.
Altitud máxima: 668 m.
Desnivel acumulado ascendiendo: 520 m.
Desnivel acumulado descendiendo: 351 m



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PERFIL DE LA RUTA:



PLANO DE LA RUTA:


by Gerar