Muy seguro se sentía este reducido grupo de vikingos cuando en una mañana fresca y soleada se reunieron en Navalcarnero para recorrer la ruta que el 16 de marzo tendrán que realizar al haberse apuntado a la Marcha de Navalcarnero al Límite, de 75 km. La intención era conocer mejor el terreno para el día de la prueba ir más seguros. ¡Ingenuos!.
Se reúnen en la Avd. de Asturias Paco, Camuñas, Gerar, Casillas, Rubén, Héctor y un invitado, Raúl. Más adelante se les unirá Juan Carlos. El recorrido previsto está perfectamente estructurado en tres cuadrículas independientes, finalizando todas ellas en el punto de inicio. Deciden iniciar la marcha por el recorrido situado entre el lado izquierdo de la M-507 y la Urbanización Calypo-Fado.
Confiados en sus posibilidades arrancan los vikingos aunque pronto se dan cuenta que la batalla de hoy va a estar llena de sorpresas. La primera, las subidas comienzan muy pronto y se van repitiendo constantemente durante todo el trayecto; no son largas, pero si constantes. Y la segunda sorpresa, ¡el viento!. Si incómodo era cuando les daba de frente, peor se ponía el pedaleo cuando el golpe era lateral. No faltaron los charcos-piscina para alegrar la marcha, aunque la gran parte de todo los caminos estaban secos.
Navalcarnero es una trampa. Quizás fue la errónea regulación de las fuerzas o la variación del sentido de la ruta que modificó Gerar por una mala interpretación del GPS, aunque eso les hizo reducir el recorrido; el caso es que finalizaron esta primera parte de la ruta en el punto de inicio, empezando a notar el esfuerzo.
Navalcarnero es una trampa. Quizás fue la errónea regulación de las fuerzas o la variación del sentido de la ruta que modificó Gerar por una mala interpretación del GPS, aunque eso les hizo reducir el recorrido; el caso es que finalizaron esta primera parte de la ruta en el punto de inicio, empezando a notar el esfuerzo.
Con la incorporación de Juan Carlos arranca el grupo para acometer el siguiente recorrido, situado en la cuadrícula comprendida entre la M-507, Villanueva de Perales y Sevilla la Nueva. Si esperaban tranquilidad, se equivocaban. Si pensaron que el viento les iba a dejar tranquilos, se equivocaban, y si creyeron que el "sube y baja" había desaparecido, se equivocaban de nuevo. Más de los mismo por buenos caminos en donde se intuía la gran existencia de barros existentes hasta hace pocos días, pero que ahora muy seco les comprometía las pedaladas haciendo algo inestable el rodar de sus bicicletas.
Varias veces tienen que reagruparse tras algunos intensos enfrentamientos con los constantes desniveles que les merman las fuerzas. Una gran zona embarrada junto a una finca les hace desmontar,ero consiguen continuar la marcha con sentido a Sevilla la Nueva. Otra sorpresa les espera antes de llegar a Navalcarnero: el camino se convierte en río. No era un charco-piscina, era una auténtica corriente de agua procedente de la ladera de los árboles que ocupaba todo el camino y que con fuerza discurría durante muchos metros hasta perderse por una acequia.
El grupo vikingos de la etnia de los ArganBoys deciden transformar sus máquinas rodadoras en embarcaciones individuales y se introducen "río arriba". Mientras tanto, los vikingos más prudentes, Paco, Camuñas y Gerar, bicicletas al hombro, saltan la acequia y salvan el "río" andando por los campos adyacentes. Cerca de Navalcarnero, y en lo alto del camino vuelven los vikingos a reunirse junto a una cruz.
La llegada al punto de inicio en Navalcarnero no ofrece más sorpresas, pero esta batalla deja heridos a tres vikingos, Paco, Camuñas y Gerar, debiendo dar por finalizada la ruta y regresar a los coches para consolarse con las frías rubias y el chorizo reparador.
Pero esa valerosa etnia vikinga de los ArganBoys (Casillas, Rubén, Héctor, Juan Carlos y el invitado Raúl) deciden continuar y acometer el tercer recorrido ubicado en la cuadrícula entre la A-5 y la localidad de El Álamo. Según contaron, continuaron las subidas y bajadas, aunque menos pronunciadas que las anteriores con una larga y constante subida de regreso a Navalcarnero, consiguiendo llegar al final y cubriendo el objetivo inicial: realizar el trazado largo de Navalcarnero al Límite.
Pza de Navalcarnero |
Y como manda la tradición vikinga, a la llegada les esperaban las inseparables "rubias".
EL CUADERNO DEL VIKINGO: (recorrido corto)
Hola, soy Rossi, enhorabuena a la organizacion y a todo, que estaba de 10. Hasta despues abril no creo que me vuelva a unir a vosotros (estoy entrenando la maraton de abril), pero despues contais conmigo para otras ;)
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