En una prometedora mañana ciclista, las hordas vikingas se reúnen en la localidad de Chapinería con el fin de recorrer todo el entorno serrano y llegar hasta los ríos y embalses más próximos.
Son ocho los atrevidos guerreros del pedal los que inician la marcha y, rápidamente, se encuentran con las primeras ascensiones entre bosques de encinas y profundos valles. Rápido se calientan las piernas y más de uno decide caminar "para contemplar el paisaje".
Tras una larga y veloz bajada, los vikingos dejan la impronta de sus ruedas en la localidad de Aldea del Fresno y se introducen en el cauce del río Perales, cuyas aguas llegan a su fin confluyendo con el río Alberche.
Atraviesan el puente y dejan atrás el desvío de Picadas; una pista a su izquierda les hace llegar al entorno de la Ermita de Nuestra Señora de la Poveda y deciden hacer un descanso junto a las tranquilas y frescas aguas del río Alberche.
Ya van apareciendo trajes étnicos entre los integrantes de este valeroso grupo ciclista. Su afán depredador no tiene fin y deciden continuar rodando por los campos próximos a la localidad de Villa del Prado.
Sin llegar a entran en el pueblo, toman el camino del antiguo trazado ferroviario y van a salir a la M-507. Tras cruzar la carretera, se introducen en el entorno del Safari-Park. Las fieras que se encuentran al otro lado de las vallas se aterrorizan al verlos y no son capaces de acercarse.
Sabiéndose dueños de este territorio, los temibles ciclistas siguen arrasando los caminos y se disponen a subir al alto de Picadas. quizás sea éste uno de los lugares más espectaculares de todo el recorrido en cuanto a la belleza del paisaje.
Una rápida bajada les hace contemplar las extensas aguas del Embalse de Picadas y se adentran en sus márgenes pasando por el dique.
El frescor del ambiente y el verdor de las laderas dan fuerzas a estos guerreros y cualquier sitio es bueno para llevarse un recuerdo gráfico.
Un pequeño avituallamiento y una buena puesta en marcha de una de las máquinas rodadoras
les preparan para disfrutar de un maravilloso paisaje.
Ya han conseguido llegar a las zonas donde más agua hay en este bello entorno. Ahora toca regresar y dejarse el alma en las terribles inclinaciones de los caminos (si se pueden llamar así) por los que se han atrevido a meterse.
Quizás, si no se hubieran desviado, el camino hubiera sido más fácil, pero entonces no serían vikingos. No es momento de fotos, es la hora de pelear contra el tremendo desnivel que tienen bajo sus pies. Haciendo uso de su sabida inteligencia, deciden caminar "para disfrutar del paisaje".
Dejan a su izquierda la localidad de Navas del Rey y, tras pasar por un antiguo camino del Canal, vuelven a tomar entretenidas pistas que les lleva a su destino, Chapinería.
Como ya viene siendo habitual, fueron recibidos por sus inseparables "rubias" que precedieron a dar buena cuenta de las viandas de la zona.
Y así ha transcurrido una espectacular mañana ciclista en la que un pequeño grupo vikingo ha conseguido encontrar grandes extensiones de agua y llevarse un gran recuerdo que les servirá para preparar próximas batallas.
EL CUADERNO DEL VIKINGO:
Velocidad media en movimiento: 14,90 km/h
Velocidad máxima: 47 km/h
Desnivel acumulado ascendiendo: 776 m.
PERFIL DE LA RUTA:
PLANO DEL RECORRIDO:
VIDEO VIKINGO:
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VIDEO VIKINGO:
By Gerar
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