Se acabaron las fiestas, el 2014 ya es historia y todo vuelve a la normalidad. El inconveniente de todo ello es que los grandes excesos pasan facturas y un vikingo no lo puede permitir. Hoy toca volver a la brega para finalizar la Operación Turrón en su Fase-2. O lo que es lo mismo, hoy toca batallar y conquistar nuevos territorios para no perder la costumbre.
La propuesta de hoy presenta un recorrido circular de casi 50 km con la intención de llegar hasta la Presa del Río Aulencia haciendo uso de algunos territorios vikingos conocidos. Y como no podía ser de otra forma, a la convocatoria se presentan siete guerreros con hambre de pedales (Agustín, Richi, Paco, Casillas, Juancar, Juli y Gerar) y una agresiva vikinga (Juani) que van a enfrentarse a las hostilidades del terreno y del frío.
Desde la Urbanización de El Bosque (Villaviciosa de Odón) arranca la centuria vikinga y junto al antiguo Colegio Virgen del Bosque, comienzan a rodar por gélidos senderos hasta llegar al Arroyo Valenoso que les hace frente con sus aguas congeladas. Pero aplicando la técnica del patinaje con la bicicleta a cuestas sortean, con gran dominio de la situación, sus endurecidas aguas. Hay quien dice que uno de esos dioses de la bicicleta llegó a sentir en su cuerpo la temperatura de las aguas, pero seguro que es algo inventado.
Superada la primera refriega, sus máquinas se introducen entre estrechos senderos y comienzan a calentar sus cuerpos por las sendas junto al Río Guadarrama, donde los grandes charcos son espejos de hielo y donde las praderas verdes se han tornado blancas.
Con alegre ritmo, pasan bajo el Puente de Brunete y continúan por frondosos senderos disfrutando de la tranquilidad y el bello paraje que les brinda el Parque Regional del Curso Medio del Río Guadarrama, contemplando a su izquierda el Castillo del Aulencia (conocido como Castillo de Villafranca) y las enormes antenas del Centro Astronómico Europeo . De esa forma, llegan al siguiente puente, el de Villafranca del Castillo, y haciendo uso de una de sus plataformas, entran en la urbanización y encuentran como único contratiempo una simple valla en una calle cortada.
Tras pasar la valla, toman a la derecha una ancha pista que discurre paralela a la M-503. Por un paraje desarbolado cruzan la M-509 y comienzan a rodar por una vía pecuaria cuyo pavimento es un antiguo asfalto que se va inclinando poco a poco y obliga al grupo a emplear una técnica de ataque muy socorrida: que tiren los mas fuertes, que el resto ya llegará. El combate se va endureciendo pero todos consiguen llegar al punto más alto de la subida.
Ahora el terreno les es favorable. Giran a la izquierda y, por el primer camino de la derecha, empiezan a bajar hasta su destino rodando por terreno que va empeorando hasta hacerse peligroso. Ante sus ojos se muestra el Cañón del Río Aulencia y la Presa Vieja o Presa de Aulencia.
Continúan bajando y el camino y su inclinación les hace echar el pie a tierra, pero no se detienen y se apoderan de las antiguas instalaciones de la presa y aprovechan para hacer un descanso y planificar el resto de la ruta.
PARA SABER ALGO MÁS:
La aguas del Río Aulencia nacen en el Monte de Abantos, y tras ser retenidas en el Pantano de Valmayor, con su planta potabilizadora, discurren hasta esta pequeña presa . Actualmente está en desuso y el contenido de la misma es una auténtica bomba encubierta al estar sus aguas contaminadas. El 80% de su ocupación son lodos contaminados con metales y materias orgánicas. Para hacernos una idea, un tercio del Santiago Bernabeu se llenaría con los lodos contaminados del pantano. En épocas de lluvias las aguas rebosan y por el dique, continúan su curso. Obviamente, está prohibido el baño. Mas bien sería un suicidio hacerlo.
REFLEXIÓN VIKINGA
Si la presa está en desuso, sus lodos contaminados, las aguas mezcladas por los lodos siguen su curso y desembocan en el Río Guadarrama unos metros más abajo, y si toda la vega del Guadarrama está llena de plantaciones de campos de cultivo que son regadas por estas aguas, un vikingo se pregunta:
¿Qué estamos comprando?
¿Qué contienen las hortalizas y verduras que ponemos en nuestras mesas?
¿Qué contienen las hortalizas y verduras que ponemos en nuestras mesas?
Después de dejar constancia de su prensencia en el lugar, y tras ser conquistado el nuevo territorio vikingo, el grupo atraviesa la pasarela sobre el dique y con las bicicletas al hombro, suben hasta el camino para seguir pedaleando por caminos helados, siempre ascendiendo hasta llegar a Valdemorillo.
Recorriendo unas calles con escaso tráfico, salen de la población junto al Cementerio y al Pabellón Polideportivo y emprenden la última refriega del día en forma de ascensión. Ya solo queda bajar hasta el siguiente pueblo que se otea a lo lejos. Pero un error en la visualización del track, les hace entrar en el arcén de la M-600 y consuman los últimos kilómetros en una rapidísima bajada hasta entrar en Villanueva de la Cañada.
El track colgado en este artículo contempla el trazado original con la corrección del error mencionado, porque no es necesario coger la carretera y se hace la misma distancia evitando riesgos absurdos; aunque, eso sí, toca bajar un paredón que, afortunadamente, nuestra intrépida vikinga agradeció.
Una pequeña toma de agua en la calle Real, junto al Consistorio, y reanudan la marcha por la calle Peligro y calle Cristo para seguir rectos hasta el Campo de Golf y salir así de la población. Otra vez ruedan por los parajes de encinas junto al oculto río Aulencia, hasta que se deja ver a la entrada del Centro Astronómico Europeo y junto al Castillo de Villafranca.
Un rápido pedaleo les sitúa en la zona del Puente de Brunete y vadean el río por la obra de ingeniería ciclista por excelencia, el Puente de los Picapiedra, dejando constancia gráfica de la temeridad de estos guerreros.
La ruta toca a su fin. Los últimos kilómetros los hacen con rapidez hasta llegar a los estrechos senderos que les obliga a vadear el Arroyo Valenoso, cuyas aguas ya no están tan congeladas. Suben por la senda hasta entrar en las vías asfaltadas de la Urbanización El Bosque y ponen fin a la ruta de hoy junto a la zona comercial.
Buena mañana ciclista, con temperaturas que asustan a los temerosos y alegran a los vikingos. Una distancia moderada y un trazado circular que hace sudar a estos cuerpos castigados por las navidades. Para finalizar, y como ya es costumbre, unas frías rubias para despedir el día y dar paso a la comida.
EL CUADERNO DEL VIKINGO:
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