La curiosidad de un vikingo es infinita. Todo el mundo sabe que los ríos nacen en las montañas, pero un vikingo se pregunta, además, ¿por donde pasa el agua que el Río Manzanares lleva a su paso por Madrid? Pues con esa idea han planteado la ruta de hoy.
Un grupo formado por 9 biker deciden subir río arriba para llegar hasta la última presa que retiene el agua del Manzanares antes de entrar en la ciudad, la Presa de El Pardo. Y para ello, han buscado la forma de aislarse de los coches y las carreteras, haciéndolo solamente por carriles-bici, senderos y caminos; disfrutando de la naturaleza y de los paisajes que ofrece la ribera del Manzanares.
Echando un pulso al frío mañanero siete vikingos arrancan la ruta desde el Parque de las Cruces (Aluche). Ellos son : Rubén, Casillas, Juan Carlos, Camuñas, Paco, Rivas y Gerar. Tranquilamente ruedan por el carril-bici del Anillo Ciclista para unirse a dos mas que les esperan en la Casa de Campo. Pero, para empezar a "oler" el barro, deciden llegar a través de senderos sinuosos hasta llegar a la Glorieta de las Moreras, en donde se forma el grupo de hoy con la presencia de Palomares y Garrido.
Dos potentes máquinas rodadoras son estrenadas en esta ruta por Casillas y Camuñas. Con brío y buen ritmo llegan por el Anillo Ciclista hasta las lindes del río; y, sin dejar el carril-bici, sobrepasan la c/ Cardenal Herrera Oria, y entrando a la izquierda por la c/ Siguero penetran en la c/ Braojos sin que nadie consiga pararlos. ¡Y aquí se acaba la ciudad para ellos!. Han llegado a los cuatro escalones que les van a regalar pequeñas subidas y divertidos senderos.
Inician la subida haciendo uso del plato pequeño, para ir calentando las piernas; y tras enlazar varios caminos se sitúan sobre la gran carretera que introduce a las máquinas contaminantes bajo sus pies, la M-40.
Lo que vino a continuación fue un enfrentamiento directo con el terreno; estrechos senderos, curvas imposibles y fuertes inclinaciones no pudieron detener al grupo vikingo que poco a poco fue llegando hasta el Complejo de Somontes. Tras cruzar la Carretera de El Pardo, entran en el estacionamiento y toman el camino de la izquierda que les sitúa junto al río. Largo y cómodo camino que forma parte del Corredor Ambiental del Río Manzanares. Corredores y paseantes les dejan paso hasta que deciden inmortalizar su presencia en ese entorno con una fotografía. Pero cometieron un error al requerir a un caminante que les fotografiase junto al puente ferroviario. Tanta amabilidad tenía su trampa. Y como no hay otra foto, queda ésta de recuerdo:
Continúan su camino rodando sin pausa hasta entrar en la población y girar a la izquierda en el puente. Dejan la subida al Torreón para mas tarde y penetran en un estrecho y húmedo sendero dejando el río a la derecha. La presa está cerca pero el sendero ofrece batalla y les acosa con uno de los peores enemigos de los ciclistas: el barro. Es hora de ensuciarse y no hay charco o barrizal que se resista. De esa forma, llegan a hasta la respuesta a la pregunta inicial: Todo el agua del río sale de "un chorrito":
Tras un momento de avituallamiento reanudan la marcha teniendo que volver por el mismo camino y senderos junto a la valla, pero esta vez con el río a la izquierda. Deciden no pasar a la otra porque todos los caminos del Corredor son iguales y buscan "otro reto". Pero, no obstante, una fotografía deja ver el margen contrario del río:
El barro se pega a los cuadros, cubre las rudas pero no les detiene. Salen del sendero y deciden poner a prueba sus fuerzas con una larga y constante subida. Quieren llegar hasta el Restaurante el Torreón, pasando por el Cristo de El Pardo, finalizando así la zona asfaltada y la continuidad de la carretera. No sin esfuerzo, lo han conseguido.
Ahora les toca bajar, pero antes, deben reponer agua para no parar hasta el final del recorrido de hoy. Para ello, llenan sus botellas de agua bendecida por los dioses. ¡Estos guerreros sí que saben!
A una velocidad descomunal bajan por la carretera viendo como los coches se detienen a su paso. Ya no hay impedimentos para finalizar el recorrido. El Corredor Ambiental del río les lleva hasta Somontes, teniendo que reagruparse para seguir formando un grupo. Con el fin de evitar esfuerzos innecesarios en los vikingos más castigados en las anteriores batallas, Paco ofrece la posibilidad de seguir llaneando por un sendero que les lleva hasta el carril-bici del Anillo Ciclista junto a la M-30 para no tener que subir por la Urbanización Fuentelarreina.
Ya queda poco. Antes de cruzar la M-30, Paco se despide. Y tras adentrarse en la Casa de Campo, Garrido y Palomares finalizan su recorrido en el estacionamiento del Lago. Por lo tanto, seis supervivientes inician la subida hasta Aluche, dejando atrás la Casa de Campo y llegando a la calle de Valmojado. El Parque de las Cruces les espera, y aunque alguno llega al límite, los seis consiguen finalizar la ruta de hoy junto al Merendero El Madroño, lugar donde sus rubias preferidas les esperan, como siempre.
Ni el frío, ni el viento, ni el barro les han parado. 55 kilómetros de caminos y senderos desde Aluche hasta la Presa de El Pardo y sin coger carreteras. Ésto acaba de empezar; la próxima salida no tardará mucho. ¿Te la vas a perder?.
EL CUADERNO DEL VIKINGO:
PERFIL DE LA RUTA:
EL PLANO DE LA BATALLA:
by Gerar
EL PLANO DE LA BATALLA:
by Gerar
